Paraguas y plásticos en el Jueves Santo

Otra vez la lluvia empañó las procesiones del Jueves Santo. Cuando aún muchos tienen todavía en la memoria el agua que cayó el jueves Santo del año pasado, otra vez las inclemencias del tiempo han alterado los traslados que, a pesar de la lluvia, esta vez salieron a la calle. Si el miércoles se optó por la precaución, el jueves se retó a la meteorología. Los primeros en salir fueron sorprendidos por una intensa lluvia que obligó a cubrir con plásticos las imágenes del Nazareno y el Santo Entierro. Con paraguas los torrentinos se conformaban con la imagen traslúcida de todos los pasos salvo la Virgen de Los dolores, que pudo mostrar su cara gracias al palio.

Los únicos a los que no afectó la lluvia fue el Santo Cáliz, de la hermandad de la Santa Cena. A partir de ese momento, el agua enturbió la procesión de Ecce-Homo y Jesús Nazareno que fue interrumpida por un fuerte aguacero para cubrir el paso llevado a hombros, a la altura de La Torre. La procesión del Santo Sepulcro también salió protegida con plásticos. Finalmente, la Virgen de los Dolores se decidió a salir al parar de llover pero colocó un plástico sobre el palio y acortó el recorrido sin pasar por las calle Sagra y San Cristobal directamente hacia el Convent.

El mal tiempo terminó cuando comenzaba la madrugá torrentina. Pasada la media noche, con el centro histórico a oscuras comenzó la procesión del Silencio de la hermandad del Descendimiento y sobre la una de la mañana la de los Faroles de la hermandad del Sanedrín que por si acaso tomaron precauciones con las imágenes tapándolas. A las cuatro de la madrugada se celebró también la más procesión de la Vera Cruz que finalizó sin problemas sobre las cinco el traslado penitencial.

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